Hago una breve entrada y a continuación les dejo leer.
Bien, pues hoy es el cumpleaños de mis amores, los twins kaulitz. Había comenzado a hacer un dibujo de ellos para celebrar su 24vo cumpleaños, pero he aquí el factor sorpresa con el que no contaba: mi mano. Si, como lo he venido diciendo un millón de veces en las entradas anteriores, con eso de estar intentando hacer una y otra vez dibujos y uno tras otro, pues el dolor terminó por subirme el día de ayer y no pude finalizar el dibujo que tenía para ellos... sin embargo, no deja de ser una fecha importante para mi, y sobre todo, no podía pasar desapercibida. Sin dejar de sentirme mal por no haber podido concluir mi fanart traigo en esta ocacion un one-shoot que escribí cuando recién entré a esté mundo kaulitztesco (vaya palabrita que me he inventado).
Pues sin más preambulos aquí lo dejo para todos ustedes conmemorando un año más de la vida de estos chicos inspiradores.
Espero sea de su agrado y disculpen los horrores ortográficos, no he podido corregirlo mucho :D
Siempre a tu lado
titulo: Siempre a tu lado.
Autor: Ysmy (Vio)
Clasificación: todas las edades.
Genero: Drama
Advertencias: ninguna
Autor: Ysmy (Vio)
Clasificación: todas las edades.
Genero: Drama
Advertencias: ninguna
Para leer más dar en 'más información' aquí abajo.
Siempre a
tu lado
Las nueves pintorescas comenzaban a teñirse de ese peculiar color gris anunciando una lluvia aproximarse. El Viento corría ferviente entre las hojas de los árboles y Bill… seguía esperando la llegada de Carol.
Tenía días planeando ese encuentro, ese encuentro que era tan soñado para él. Desde el fin de semana pasado que habían acordado encontrarse, él había estado ansioso por la cita. Tenía toda la vida enamorado de ella o mejor dicho tenía desde el primer día en que la vio soñándola, ilusionándose con tan solo una sonrisa que ella dibujara en sus labios contestando un saludo de él. Sin embargo él siempre había sido desafortunado en las cuestiones de amor. Y en esta ocasión el temía que fuera igual que siempre.
¿Qué sucedería...? tendría que esperar aún más.
“Deja esas estupideces Bill, las mujeres solo les gusta divertirse, y así solamente lograrás que te hagan sufrir”. Era la frase que su hermano Tom siempre le estaba replicando incansablemente. Pero él creía ciegamente que el amor existía y no dejaría de buscar demostrar que tan equivocado estaba su hermano.
Desde que salió de su clase pasó la tarde buscando la ropa apropiada para aquel encuentro. Y muy puntual había llegado al parque que estaba situado frente a la catedral de la ciudad en donde habían acordado mirarse Carol y él.
-10 minutos más- se repitió en voz alta dándose ánimos para mantenerse ahí. Ya tenía de retraso 15 minutos. Era obvio que como en muchas ocasiones Carol lo había dejado plantado nuevamente. Ella era de las chicas más populares y asediadas de la escuela y por tal se daba el lujo de jugar con cuanto chico le gustara y pasar de ellos ilusionándolos soberbiamente, jugando con los sentimientos, incluidos entre ellos Bill.
Pensaba y pensaba una y otra vez que le habían hecho lo mismo. Mirando el reloj cada tantos minutos, ansioso y desesperado por encontrar en la lejanía la silueta de ella, aproximándose en el tan esperado encuentro.
Los minutos pasaron tan lentos como si se trataran de horas cada uno de ellos. Pasados 14 minutos después de la última vez que se había dado fuerzas se dio por vencido.
Cansado de esperar se puso de pie y comenzó a caminar rumbo a su casa con los ánimos por el suelo, con el cuerpo encorvado y los ojos humedecidos de la exuberante tristeza que le había provocado su fracaso de cita, o mejor dicho la cita que ni si quiera llego a suceder.
...
Al llegar abrió la puerta molesto y derrotado. El tener que afrontar que su hermano tenía la razón con respecto a ese tema le molestaba rotundamente.
-¿Qué pasó?- le preguntó Tom al verlo entrar a tan solo unos minutos de su partida y con la cara abatida.
- nada- respondió seco y cortante ante la pregunta que le hizo mientras pasaba por su lado ignorándolo y dirigiéndose directamente rumbo hacia su habitación.
-¿y cómo te fue en tu cita? ¿Dónde dejaste a la susodicha?- preguntó con ironía al verlo pasar de él.
-déjame en paz Tom, ahora no estoy para tus cosas- le gritó con la voz entrecortada llegando a la puerta de su alcoba, ahogándose la voz por la pena que le daba las palabras burlescas de su hermano. Una vez más había fallado.
Habían traicionado su confianza y aniquilado toda esperanza.
Tom se puso de pie caminando directamente hacia la habitación de Bill, en donde este intentaba menguar su tristeza.
-Bill… ¿Qué pasó? ¿te ha vuelto a hacer lo mismo la muy hija de…-
-no digas nada, por favor, no estoy de humor- le cortó las palabras intentando evitar que terminara su insulto hacia su amor platónico.
-Bill – le llamó Tom en tono fatigoso, aproximándose más a él. Bill estaba sentado al borde de la cama, con la cabeza agachada y de los ojos queriéndole brotar las lágrimas desenfrenadamente.
Lo tomó del rostro con su mano derecha, obligándole a levantar un poco la cara para tenerlo más de frente.
-Sabes que no vale la pena.
-Sí, lo sé. Pero no quiero estar solo, ella siempre me ha gustado y creí que esta vez sería diferente. Tú siempre tienes a cuanta chica quieres, tú no las
valoras y aún así, siempre están ahí a tus pies… ¿Por qué yo que sí deseo
encontrar a alguien para amar de verdad no la puedo encontrar?– le recriminó comenzando a dejar caer sus lagrimas sin mesura encorvando el cuerpo.
-Bill- le volvió a tomar el rostro -. No estás solo.
-Si lo estoy Tom, date cuenta.- y zafo su rostro de entre las manos de su hermano. Mostrando cierta rabia y envidia al mismo tiempo de saber que él no era correspondido como deseara –. Siempre la chica en la que me fijo, no me corresponde de la misma manera o me ve como un simple amigo y nada más, y esta vez ella me pidió vernos, creí que le gustaba en verdad.- respondió con pesar.
Tom se sintió horrible por dentro, pues en efecto Bill tenía la razón, y sobre todo él estaba en desacuerdo de que su hermano se fijara en esa chica precisamente.
Uno por que él había estado con ella
años atrás. Claro, sin saber que su
hermano era el eterno enamorado de la misma chica y dos, porque sabía de sobra que ella solamente
le gustaba pasar el rato y divertirse sin nada formal y Bill buscaba encontrar
una persona, alguien a quien querer de verdad. Él era de los pocos hombres que
todavía creen en el amor verdadero y en las almas gemelas.
-Bill, yo… lo siento en verdad. Ella no te merece, vales mucho para ella. Solamente debes dejar de buscar, algún día, el día que menos pienses, es el día en el que encontrarás a la persona que estas buscando. No te desanimes, verás que pronto sucede.- le dio esperanzas a su hermano, intentando que se sintiera mejor.
-Gracias hermano.- le agradeció Bill dibujando una pequeña sonrisa en sus labios por las palabras alentadoras que su hermano le daba.
-Ven acá enano.- le dijo el mayor al tiempo que lo jalaba para darle un abrazo protector. De manera de juego comenzó este a sacudirle el cabello al más pequeño despeinándolo completamente.
-¡Basta Tom! ¡Mierda… ya me has despeinado! - se quejó el pelinegro alejándose del “cariño” que le brindaba su hermano.
-Hay Bill, tú siempre con tus mierdas- refunfuñó el más grande. Mientras se levantaba de su lado pero sin estar molesto.
A Bill ya se le había pasado la ofuscación de su fallido intento de cita y con el enfado que su hermano le había provocado ya se veía con mejor compostura…
-Bill…- le llamó el mayor desde el marco de la puerta.
-Dime.- respondió este girando a mirarle, soltando de sus manos los cabellos que intentaba acomodar.
- No estás solo, Siempre estaré a tu lado.
Bill le sonrío, ofreciéndole en ella una infinidad de sentimientos, correspondiendo y agradeciendo con un simple gesto, todo la fuerza y la cantidad de cosas que implicaba tan sencilla frase.
Y en verdad él sabía que no estaba solo, no solo del todo, porque su hermano siempre estaría con él, siempre a su lado.
-Bill, yo… lo siento en verdad. Ella no te merece, vales mucho para ella. Solamente debes dejar de buscar, algún día, el día que menos pienses, es el día en el que encontrarás a la persona que estas buscando. No te desanimes, verás que pronto sucede.- le dio esperanzas a su hermano, intentando que se sintiera mejor.
-Gracias hermano.- le agradeció Bill dibujando una pequeña sonrisa en sus labios por las palabras alentadoras que su hermano le daba.
-Ven acá enano.- le dijo el mayor al tiempo que lo jalaba para darle un abrazo protector. De manera de juego comenzó este a sacudirle el cabello al más pequeño despeinándolo completamente.
-¡Basta Tom! ¡Mierda… ya me has despeinado! - se quejó el pelinegro alejándose del “cariño” que le brindaba su hermano.
-Hay Bill, tú siempre con tus mierdas- refunfuñó el más grande. Mientras se levantaba de su lado pero sin estar molesto.
A Bill ya se le había pasado la ofuscación de su fallido intento de cita y con el enfado que su hermano le había provocado ya se veía con mejor compostura…
-Bill…- le llamó el mayor desde el marco de la puerta.
-Dime.- respondió este girando a mirarle, soltando de sus manos los cabellos que intentaba acomodar.
- No estás solo, Siempre estaré a tu lado.
Bill le sonrío, ofreciéndole en ella una infinidad de sentimientos, correspondiendo y agradeciendo con un simple gesto, todo la fuerza y la cantidad de cosas que implicaba tan sencilla frase.
Y en verdad él sabía que no estaba solo, no solo del todo, porque su hermano siempre estaría con él, siempre a su lado.
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Se aceptan comentarios, sugerencias, y de todo un poco XD
Bonito día para todos e inicio de semana y mes (el más hermoso de todos).